Mirra 100 gr.
Mirra, ideal para sahumar sobre carbón.
¿Qué es la mirra?
La mirra es una resina aromática sagrada que se ha utilizado durante miles de años en rituales espirituales, ceremonias de sanación, ofrendas y preparaciones medicinales. Se extrae del árbol Commiphora myrrha, originario del noreste de África y la península arábiga.
• Resina oscura y terrosa, con un aroma profundo, cálido y ligeramente amargo.
• Su uso es ancestral: era uno de los regalos que los Reyes Magos llevaron a Jesús, y fue ampliamente valorada por egipcios, griegos, romanos y culturas del Medio Oriente.
• Es símbolo de espiritualidad profunda, sanación emocional y conexión con lo divino.
Propiedades espirituales de la mirra:
• Protección energética frente a energías densas o influencias negativas.
• Sanación emocional y espiritual, especialmente útil para momentos de duelo, transformación o búsqueda interior.
• Conexión con lo sagrado, ideal para meditar, hacer introspección o rituales de devoción.
• Ayuda a enraizar la energía, aportando contención y claridad cuando se trabaja en procesos internos.
Cómo sahumar con mirra:
1. Prepara un sahumador, copalero o caldero.
2. Enciende un carbón vegetal o carbón de madera hasta que esté completamente encendido y al rojo vivo.
3. Coloca un pequeño trozo de mirra sobre el carbón. Verás cómo se derrite lentamente y libera su humo denso y aromático.
4. Sahuma con intención:
• Pasa el humo por tu cuerpo (de pies a cabeza) para limpiar y centrar tu energía.
• Lleva el humo por el espacio o altar, especialmente si estás buscando protección, claridad o guía interior.
• Puedes acompañar el sahumado con esta oración:
“Que este humo sagrado de mirra envuelva mi ser
y penetre en cada rincón donde aún habita el dolor o el temor.
Que su aroma antiguo despierte mi alma,
y me recuerde que dentro de mí vive la sabiduría, la luz y la fuerza.
Hoy me permito sanar desde la raíz,
soltar lo que pesa en silencio,
y abrirme a la guía amorosa del universo.
Protejo mi energía, calmo mi mente,
y regreso a casa: a mi centro, a mi verdad, a mi espíritu.
Gracias, mirra sagrada, por este acto de amor.”